lunes, 14 de septiembre de 2009

A más de un año del robo de los Berni.

Se llevaron 15 obras de Berni en un robo sin precedente

Asaltaron en Vicente López el camión que las transportaba.

Por Gabriel Di Nicola
De la Redacción de LA NACION

Muy pocas personas tenían conocimiento de que 17 obras de arte de Antonio Berni iban a ser trasladadas del depósito de Carapachay, en Vicente López, a la casa del hijo del artista, en la Capital. Era información confidencial. Pero el dato se filtró y el camión que trasladaba los cuadros fue asaltado por al menos dos delincuentes armados, que, simulando ser policías a cargo de un operativo preventivo, se apoderaron de 15 de las piezas transportadas, de significativo valor cultural y económico.

El hecho tuvo características espectaculares y sin precedente en el país, tanto por la audacia de los ladrones como por la cantidad y la importancia de las obras robadas. Ocurrió ayer, a las 7.45, cuando el camión Mercedes-Benz 720 de Delmiro Méndez e Hijo SA, especialmente equipado para el traslado de obras de arte, fue interceptado en Mariano Moreno y Echeverría, a unos 200 metros del depósito, por dos hombres que, armados y vestidos con prendas similares a las utilizadas por la Policía Federal, descendieron de un Volkswagen Gol gris plata, según informaron fuentes del Ministerio de Seguridad bonaerense. Las obras robadas son: La metamorfosis del pájaro azul (1930, óleo sobre tela); La muerte acecha en cada esquina (1932, óleo sobre tela); Barrancas (1934, óleo sobre madera); La mayoría silenciosa (1972, polimatérico sobre madera); Aeropuerto (1976, acrílico sobre tela); Promesa de castidad (1976, acrílico sobre tela); La olla azul (1959, óleo sobre hardboard); Los rehenes (1969, óleo sobre tela); La zapalera (1961, óleo sobre tela); La leñerita (1954, óleo sobre tela); La casa roja con techo azul (1954, óleo sobre tela); Cristo en el garage (1981, óleo sobre tela); Juanito y los cosmonautas (1962, díptico polimatérico sobre madera); El carnaval de Juanito Laguna (1960, óleo collage sobre tela), y Ramona de fiesta (1966, construcción polimatérica).

En 2005 Adrián Gualdoni Basualdo y Sonia Decker, directores de CONSULTAR/dgb, tasaron cinco de las obras robadas ayer en 1.100.000 dólares: La metamorfosis del pájaro azul , en US$ 200.000; La muerte acecha en cada esquina , en US$ 200.000; Promesa de castidad , en US$ 200.000; Cristo en el garaje, en US$ 200.000, y El carnaval de Juanito Laguna , en US$ 300.000.

"Entiendo que son obras invendibles en el mercado local. Supongo que el tema pasará más por una negociación de rescate con la compañía de seguros", especuló Gualdoni Basualdo. Especialistas en arte calificaron el robo de inédito, porque no recordaban otro hecho en el que se sustrajeran obras de arte a mano armada.

"Los delincuentes hicieron un saqueo del patrimonio cultural argentino. Es imposible que puedan comercializar las obras robadas. Creo que se equivocaron, querían robar otra cosa y se encontraron con los cuadros de mi padre. Es como si un delincuente quiere raptar a alguien de dinero y, por equivocación, secuestra a Ingrid Betancourt. Seguramente la dejaría libre en seguida. Lo mismo tendrían que hacer con las obras", afirmó a LA NACION José Antonio Berni, el hijo del artista, quien apenas se enteró del robo se comunicó con el secretario de Cultura de la Nación, José Nun, y con gente del Programa de Protección del Patrimonio Cultural, dependiente del Departamento Interpol de la Policía Federal.

Nun dijo que solicitó a la SIDE y a Interpol que "sellen" las fronteras para impedir que las pinturas salgan del país. Fuentes de la Aduana informaron que se emitieron dos alertas: una nacional, y otra internacional.

Pasado mañana, el hijo de Berni se iba a reunir con Guillermo Alonso, director del Museo de Bellas Artes, para conversar sobre la posibilidad de hacer una muestra.

Las obras de Berni se vieron envueltas en otras situaciones conflictivas tras la muerte del artista. Sus hijos y herederos, José Antonio y Lily, se repartieron la obra de su padre en partes iguales. La mujer no tuvo suerte y fue estafada por alguien de su entorno. Sólo pudo recuperar los cuadros que le correspondían cuando ganó un juicio.

En el camión de Delmiro Méndez e Hijo SA, empresa que desde principios del siglo pasado trabaja en el traslado y el depósito de obras de arte, viajaban los empleados Claudio Guassardi, Carlos Varela y Martín Sáenz.

"Estoy muy dolido por lo que pasó, pero no quiero hacer especulaciones. Muy poca gente sabía lo que se trasladaba y los empleados se enteran de que lo que tienen que llevar en el momento. La información no salió de la empresa", sostuvo a LA NACION Lucio Méndez, uno de los propietarios de Delmiro Méndez e Hijo SA.

Los delincuentes ordenaron a los empleados de la empresa, situada en Mariano Moreno 4361, en Carapachay, a llevar el camión a Hipólito Bouchard y Echeverría, a pocos metros de la colectora de ruta Panamericana. Ahí, la otra parte de la banda delictiva, esperaba en un camión.

"Los ladrones obligaron a Guassardi, Varela y Sáenz a colocar los cuadros en el otro camión, mientras, los falsos policías, circulaban en el Gol gris, como vigilando que no hubiera contratiempos y que no llegara de sorpresa la policía", afirmó una fuente policial.

Desayuno y dinero

Mientras el camión con los cuadros se iba en dirección desconocida, los falsos policías se llevaron a los empleados a dar unas vueltas por la zona y los abandonaron en Lamadrid y Drago, en Villa Adelina.

"Los delincuentes invitaron a los empleados a desayunar, pero ellos rechazaron la propuesta", recordó Lucio Méndez. Antes de desaparecer, los ladrones les dejaron dinero a los sorprendidos trabajadores: unos 3000 pesos, según algunas fuentes.

Según información que le entregó la empresa de rastreo satelital a la familia Méndez, el camión de la firma estuvo en Bouchard y Echeverría desde las 7.45 hasta las 8.28.

Ante la policía, según voceros del Ministerio de Seguridad bonaerense, los empleados declararon que los ladrones utilizaron vestimenta similar a la que suelen usar brigadas de civil de la Policía Federal y dijeron que la patente del Gol gris podría ser CZO o CZE, con el número no hay dudas: 531.

Una fuente de Interpol explicó a LA NACION: "Los ladrones van a tener mucha dificultad en comercializar las obras. Quizá pensaron estar ante un negocio muy importante, pero pronto se darán cuenta de la imposibilidad de vender las obras. Tarde o temprano, los cuadros serán recuperados".

Apuntes

Un artista cotizado

  • Los diez valores más altos de Berni en subastas que se realizaron entre 1996 y 2007 totalizaron ventas por US$ 3.831.500, según datos de CONSULTAR/dgb.

Oleos y collages

  • Se trata de óleos Los emigrantes (1956) subastado a US$ 552.500; La fogata de San Juan (1943), a US$ 468.000; Susana y el viejo (1931), a US$ 288.500; y los tres óleos El coronel golpista (1966) a US$ 168.000. Los collages fueron Ramona espera (1962), a US$ 717.500; La gallina ciega (1973), a US$ 607.500; Ramona y la adivina (1976); a US$ 241.000; Juanito Laguna dormido (1972); a US$ 178.500; Juanito bañándose (1974), a US$ 167.500; y el acrílico Chelsea hotel (1977), a US$ 442.500.


Fuente: La Nación. Domingo 27 de Julio del 2008.

No hay comentarios:

Publicar un comentario